El 63% de los españoles ha echado en falta alguna mejora en su hogar en 2020, coincidiendo con la pandemia

El 20,1% reformó su vivienda en 2020 y un 32,3% quiere hacerlo en 2021

El 53,4% está dispuesto a invertir menos de 5.000 euros en las obras y un 37,1%, entre 5.000 y 15.000

Un 54,1% teletrabajó el pasado año y un 40,9% modificó el espacio que se veía detrás en sus videollamadas

El confinamiento y la limitación generalizada de la vida social ha llevado a que muchos ciudadanos fueran más conscientes de las necesidades de sus viviendas, decantándose por hacer reformas o comprar mobiliario. Así se desprende de la encuesta sobre “Cambios en el hogar en 2020 y perspectivas para 2021” realizada por la Escuela Madrileña de Decoración (www.esmadeco.com), en colaboración con Barlovento Comunicación, entre el 16 y el 23 de diciembre de 2020, con 1.203 encuestas online entre los 25 y los 70 años. Según dicha encuesta, un 63% han echado en falta alguna mejora en 2020, coincidiendo con la pandemia. Uno de cada cuatro cita más espacio, una terraza o un balcón; un 20%, mobiliario adecuado para trabajar; un 15,7%, un espacio propio, no compartido, para teletrabajar; un 13,4%, menos ruido; un 7,5%, mejor iluminación artificial y un 4,7%, una mejor ventilación.

La encuesta revela que un 20,1% de los ciudadanos realizó obras en sus viviendas durante 2020, con una media de dos habitaciones reformadas.

En cuanto a los motivos señalados por los no han acometido obras, un 63,4% respondió que no lo necesitaba, frente a un 19,8% que adujo falta de dinero; un 4,6%, falta de tiempo; un 3,1% admitió no gustarle y un 1,6% señaló que no sabía cómo hacerlas. Un 12% declaró tenerlo previsto para más adelante.

En 2021, las obras en los hogares seguirán siendo uno de los gastos principales, pues un 32,3% manifiesta su intención de hacer o seguir haciéndolas. El 75,5% de los que dicen no haberlas hecho en 2020 se plantean afrontar ese gasto este año.

Entre los que les gustaría comenzar una reforma, un 46,4% se decanta por actualizar la pintura; un 35,6%, los baños; un 34%, la cocina; un 29,4% elige cambiar los suelos; un 28,1% modificar la decoración; un 11,9% cita la iluminación general y un 9%, la mejora de su aislamiento acústico.

Sobre el presupuesto de esas obras, un 53,4% considera razonable invertir menos de 5.000 euros; un 37,1%, entre 5.000 y 15.000 euros; un 6,4% entre 15.000 y 25.000; y un 3,1%, más de 25.000 euros. En este caso, se producen diferencias significativas por edades. El porcentaje de los que ven razonable gastar menos de 5.000 euros sube hasta el 58,2% entre los menores de 44 años; y hasta el 61% entre los mayores de 65. Entre los más mayores, crece al 4,9% los que están dispuestos a invertir más de 25.000 euros en la reforma de su hogar.

Por otra parte, un 32,9% admite haber comprado muebles en 2020. Entre los 25 y los 34 años ese porcentaje se incrementa hasta el 47,3%. En cuanto a los objetos comprados, un 47,7% declara elementos destinados al almacenamiento; un 36,9%, material de oficina; un 32,6%, estanterías y un 24,7%, lámparas. Por edades, los más jóvenes se han decantado por muebles para almacenar y de oficina, mientras que los mayores de 55 han optado mayoritariamente por renovar los sofás.

De forma paralela, el confinamiento obligado por la pandemia ha provocado que nuestras viviendas hayan estado sobreexpuestas. La causa hay que buscarla en la proliferación de videollamadas, ya sean por teletrabajo y formación, o como una forma de ocio. Según la encuesta de Escuela Madrileña de Decoración, un 54,1% de los ciudadanos entre los 25 y 64 años teletrabajaron o recibieron formación online en 2020. Entre los que no teletrabajaron, un 73,8% reconoce haber realizado videollamadas para estar en contacto con familiares o amigos, porcentaje que sube al 80% entre las mujeres.

El salón ha sido el espacio mayoritariamente elegido para teletrabajar (53,1%), seguido del despacho (35,9%) y el dormitorio (23,9%). La cocina ha sido utilizada por un 5,4%. Las mujeres han optado mayoritariamente por el salón (57,5%) y los hombres por el despacho (41,8%).

Un 37,6% del total (teletrabajo y ocio) admite que ha prestado atención a la imagen que ofrecía su casa en esas conexiones por video, porcentaje que sube al 44,1% entre las mujeres y alcanza el 45,4% entre los menores de 54 años.

De los que han teletrabajado, un 46,9% admite que les preocupaba la imagen que se veía al fondo. Las diferencias entre teletrabajo y ocio son notables, pues esa atención a la imagen cae al 26,3% entre los que han utilizado las videollamadas solo para contactar con familiares y amigos.

Un 32,3% del total de los ciudadanos que ha usado el teletrabajo o las videollamadas por ocio admite haber hecho algo para modificar el espacio al alcance de la cámara. Las mujeres (34%) han efectuado más cambios. El porcentaje sube más de ocho puntos entre los que los que han trabajado desde sus hogares: un 40,9% de ellos admiten haber realizado algún cambio para mejorar la imagen que mostraban en esas conexiones, porcentaje que baja al 21,8% en los que solo han hecho videollamadas por ocio.

El apoyo de un interiorista/decorador

Coincidiendo con el deseo de cambio de los hogares, los resultados de la encuesta revelan que la decoración y el interiorismo cobran una importancia creciente. Casi la mitad de la totalidad de los encuestados (48,2%) dice que, si tuviera que reformar su vivienda, le gustaría contar con el asesoramiento de un interiorista o decorador. El porcentaje sube al 52,7% en el caso de las mujeres, y es también superior entre los menores de 54 años.

De aquellos a los que les gustaría contar con un interiorista, un 67,9% esperaría que se ocupara de todo, desde la idea estética hasta la contratación de los profesionales y la búsqueda del mobiliario, sin diferencias significativas por edad o sexo.

Al contratar a un profesional del interiorismo, los aspectos más valorados son unas tarifas flexibles (74,3%), sus trabajos anteriores (57,2%) y una formación acreditada (19%). Un 9,8% declara que, si la propuesta le gusta, no le importa que exceda su presupuesto. Los hombres valoran más que las mujeres la formación (26,7%) mientras las mujeres se decantan por tarifas flexibles (77,5%) y trabajos anteriores (61,7%).

El gusto por la decoración y el auge de los profesionales del interiorismo y la decoración, ya sea en espacios privados, profesionales o comerciales, tiene asimismo su reflejo en la encuesta. Un 23,1% de los encuestados declara que le gustaría formarse como decorador, porcentaje que alcanza el 31% entre las mujeres y entre los que tienen de 25 a 44 años.

Fuente: www.esmadeco.com

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